En los años setenta, el modernismo, acusado de ser frío y fabricado en serie, carente de carácter, oficio y personalidad, estaba muerto. Los pioneros del posmodernismo abrazaron estilos históricos que antes habían sido rechazados. Adoptaron un enfoque experimental para dar a los estilos vintage un enfoque totalmente nuevo, retorciéndolos y exagerándolos para conseguir efectos divertidos y estrafalarios. El ambiente general es inconformista, futurista y cuanto más llamativo, mejor.

Es una década estupenda para probar diferentes estilos con abundancia de colores, texturas y patrones, un poco extra pero sobre todo divertido e intrusivo. Para conseguir este look, primero hay que deshacerse de esas definiciones académicas de estilo y ser audaz y estar dispuesto a dejarse elegir lo que se adapta a su interior.

Paleta de colores

Los años 70 fueron un patio de recreo para los amantes del color. Los colores brillantes y saturados aportaban alegría y vida a un espacio vital, en contraposición a la paleta de colores neutros más matizada del movimiento moderno de mediados de siglo. Los tonos cálidos, a menudo utilizados como analogía, que van desde el amarillo soleado hasta el rojo vibrante y el naranja brillante, estaban de moda, añadiendo suntuosidad a la decoración. Un toque de azul turquesa o petróleo en su decoración servirá de punto focal. Los tonos fríos de gris, azul y plata también pueden utilizarse con moderación.

Patrones y texturas

Los motivos decorativos suelen tener formas gráficas y geométricas y diseños extravagantes. Pueden ser tanto simétricos como asimétricos, a menudo redondeados, continuando la tendencia de los años 60, pero más audaces y deliberadamente más excéntricos. Los estampados textiles se inspiran en motivos orientales o de pieles, como la pantera o el ocelote, en colores caprichosos como el azul, el rosa, el morado y el naranja.

Materiales

Los años 70 son extravagantes en cuanto a materiales. El truco para que funcione es ponerlas en capas. Los paneles de piedra y madera pueden alternarse para una pared del salón. Las vigas de madera expuestas o los techos estructurados crean una sensación de espacio. Las alfombras peludas o las alfombras con dibujos tónicos aportan calidez y confort. En los muebles, los materiales utilizados suelen ser sintéticos, con efectos brillantes y translúcidos, como el acero inoxidable, el plexiglás, la resina, etc.

Muebles

La década de los 70 puede parecer que deja la impresión de un enfoque maximalista del diseño de interiores. Sin embargo, el mobiliario que domina la década se considera en realidad más sobrio que sus homólogos de los salvajes años sesenta. Los asientos son menos experimentales y más ergonómicos. El diseño puro y despejado del modernismo se sigue adoptando, pero en un estado de ánimo más suelto, en el que uno o dos objetos destacan como piezas centrales, mientras que el resto es más sutil en comparación. Una lámpara bohemia junto a un sillón de alta tecnología, con una colorida alfombra de estilo étnico debajo, puede crear una composición interesante y relajada.

Hay una línea muy fina entre el eclecticismo y el "mal gusto" y hay que considerar las opciones con mucho cuidado para conseguir un aspecto auténtico de los años 70 para una casa moderna. Sin embargo, una vez que domines los fundamentos, será un viaje muy divertido y emocionante.