Un estilo vintage único que combina cuero ligeramente envejecido y tachuelas hechas a mano.
El cuero de plena flor, con un grosor de 0,9 a 1,1 mm, está trabajado artesanalmente. Cada piel se selecciona cuidadosamente, se curte mediante un proceso de anilina con tintes naturales, y se estira y fija a mano. Este cuero de alta calidad desarrolla una hermosa pátina con los años, manteniéndose flexible al tacto y agradable en cualquier estación.